Cuando una sesión empieza mal, lo suyo es que acabe peor, pero bueno este caso no ha sido así. Lo digo porque Gerardo Iglesias no es amigo de las fotografías, y menos aún del vídeo ( que me habían encargado previamente). Con un "eso no estaba pactado" respecto al vídeo, y con lo de que ya tienes bastantes fotos no hagas más, zanjé mi jornada de trabajo. A pesar de todo creo que ha quedado pasable e ilustra al Gerardo en pleno apogeo.
A pesar de todo, un tipo que merece la pena con una trayectoria creo que honesta y con una vida que da para mucho, hasta para un guión cinematográfico.
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